RSS

Archivos Mensuales: marzo 2016

33 AÑOS

Branches with almond blossom - Van Gogh

Branches with almond blossom – Vincent Van Gogh

      Desde hace algún tiempo, tengo cierta predilección por tomar el día de mi cumpleaños como una oportunidad para reflexionar acerca de lo que significa llegar a determinada edad, acerca de lo que sucedió en el último año, las experiencias, el aprendizaje y, por supuesto, los planes a futuro. Aunque tenemos una fecha general para celebrar el año nuevo, para mí la verdadera fecha de año nuevo es la fecha en que nacemos. Cada quien tiene oportunidad de celebrar su año nuevo particular, lo cual no es para nada despreciable.

         Mi sensación actual es de alegría, primero por haber llegado a esta edad, ya que cada año que cumplimos es en general una ganancia. Me siento satisfecho con lo que ha pasado en mi vida en estos treinta y tres años, con las experiencias que he vivido, con la gente que he conocido, porque aunque no todas las personas que he conocido han sido de lo mejor, mi vida sin lugar a dudas no sería lo mismo sin esas malas experiencias, ya que me han dejado un gran aprendizaje, y por ello no me quejo absolutamente de nada de lo que me ha pasado; ni de lo bueno, porque sería algo insensato, ni de lo malo, porque me ha servido para crecer como ser humano. No tengo reproches para nadie, todo lo contrario, sólo tengo agradecimientos. Me siento en paz con todo el mundo, ni siento que la vida me deba algo, ni siento que yo le deba tampoco.

            En cuanto a agradecimientos, hay una cantidad de personas a las que les estoy agradecido por todo lo que han contribuido en mi vida, no sólo de manera conciente sino también inconciente, porque muchas personas me han ayudado aún sin darse cuenta, pero también mi agradecimiento va para ellos.  No quisiera nombrar a nadie porque ensayar una lista de tal magnitud conlleva el definitivo riesgo de olvidar nombrar a alguien, así que sólo nombraré a las personas más cercanas en mi vida: mi familia.

            En primer lugar, a mis padres, por existir y por haberme dado la oportunidad de venir a este mundo, y eso, como bien decía Aristóteles, es una deuda que nunca podemos terminar de pagar. Además de eso, les agradezco por todo el apoyo que me han dado, porque nunca han fallado en sus deberes como padres y considero que lo mínimo que podemos hacer en tal caso es no fallar en nuestros deberes como hijos. De mi madre aprendí que el único y verdadero amor eterno, parafraseando un poco a Juan Gabriel, es el amor de madre. De mi padre aprendí la manera de llevar una vida tranquila, sin sobresaltos en la medida de lo posible, y a quien le debo en gran parte la personalidad que tengo. Él es el ejemplo más cercano y tangible de lo que es ser un hombre sabio sin jactancia ni vanas pedanterías. A mis hermanas les agradezco por ser mis compañeras de esta travesía llamada vida y a mi sobrino le agradezco el haber nacido y lo invito a que siempre se esfuerce por ser un hombre de bien.

            Por último, quisiera agradecer sin ningún orden específico a algunas personas por simplemente haber existido, por todo lo que he aprendido de ellos y por todo lo que me han transmitido a través de su arte. Gracias a Sócrates, a Platón, Aristóteles, Epicteco, Marco Aurelio, Kant, Schopenhauer, Montaigne, Emerson, Borges, Voltaire, Dostoyevski, Cortázar, Saramago, Proust, Walt Whitman, Edgar Allan Poe, Dante Alighieri, John Milton, Baudelaire, Beethoven, Mozart, Vivaldi, Mahler, Sibelius, Satie, Chopin, Schubert, Schumann, Bach, Debussy, Brahms, Shostakovich, Rimsky-Korzakov, Prokofiev, Rachmaninov, Van Gogh, Degas, Monet, Turner, Rembrandt, Holbein, Lennon, McCartney, Harrison, Etta James, Sarah Vaughan, Martha Argerich, Jimmy Page, Jimi Hendrix, Jeff Lynne y Gustavo Cerati entre tantos y tantos otros de los que algo he recibido de manera indirecta en sus obras, porque como bien decía Emerson, Life is girt all around with a zodiac of sciences, the contributions of men who have perished to add their point of light to our sky (La vida se encuentra ceñida en su contorno con un zodiaco de ciencias, las contribuciones de hombres que han muerto para convertirse en puntos de luz en nuestro cielo).

            Me siento agradecido por estos 33 años y mis plegarias no van dirigidas a vivir muchos más, sino a vivir los que tenga que vivir de la mejor manera, sean los que tengan que ser, muchos o pocos, porque ¿de qué sirve vivir una larga vida si no es para hacer algo valioso con ella? Debemos tener siempre presente que cada día que estamos en este mundo es una gran ganancia y una nueva oportunidad para tratar de ser mejores y ejercitarnos en las virtudes que tenemos a la mano y que regularmente dejamos de ver.

 
Deja un comentario

Publicado por en marzo 21, 2016 en Ensayo

 

Etiquetas:

DE SI EXISTE ALGÚN PROPÓSITO CONCRETO PARA ESTA VIDA

Irises - Vincent Van Gogh - 1889

Irises – Vincent Van Gogh – 1889

Para quien trata de indagar un poco acerca de la esencia de esta vida que tenemos, una pregunta obligada en ese camino analítico es la siguiente: ¿Existe algún propósito concreto para esta vida? Al respecto, se podrían decir muchas cosas. Que cada quien tiene su propósito, que a cada cual le corresponde una misión particular, que no hay propósitos definidos más que los que nos vamos delineando a lo largo de nuestras vidas, etcétera. Sin embargo, todas estas respuestas son bastante cómodas, porque nos libran de un verdadero estudio de la cuestión y más o menos quedamos conformes con tales afirmaciones sin ir más a fondo y así llegamos al final de los días sin haberse definido nada concreto.

Dado que esta vida, como decía en mi ensayo anterior, es algo efímero, único e irrepetible, ¿por qué no darnos el tiempo de tratar de avanzar hasta donde llegue nuestro entendimiento en el estudio de tal cuestión? Pareciera que no le damos importancia a nuestra vida, al hecho de que sólo la viviremos una vez. Estas motivaciones son las que me llevan a tratar de explicar la manera en que veo la vida y mi idea acerca de que sí existe un propósito definido y concreto para ella, que es lo que a continuación trataré de transmitir.

La cuestión fundamental es tratar de definir si existe algo que se pudiera decir de manera general y resumida, acerca de a qué venimos a este mundo, o dicho de otra manera, ¿para qué nacer si invariablemente vamos a morir? Para ello, debemos establecer si podríamos afirmar que existe un solo propósito en la vida o existen varios, o si, considerando que puede haber varios propósitos, que podríamos llamar menores, no se encuentran estos ligados de manera lineal hacia un solo propósito superior.

Para lo anterior basta decir que todas las acciones deben tender a un fin. Por ejemplo, si alguien va a trabajar, es con el fin de obtener una remuneración; si alguien elige ver la televisión, es con el propósito de pasar un rato de distracción; si alguien simplemente se va a dormir, es con el fin de reposar, en fin, todo es con miras a algo, ya que en caso de que no fuera así, no tendría ninguna razón lógica gastar esfuerzos y tiempo en algo que no nos conduciría a nada; hacer eso sería simplemente actuar por actuar. Ahora bien, pareciera que el ser humano está justamente habituado a conducirse de esa manera, sin tener ningún fin concreto, cosa que se podría comprobar cuando la mayoría de la gente exclama cosas como que siente que ha perdido el tiempo, que lo que hizo no sirvió para nada, que simplemente está sobrellevando el día a día y tantas cosas similares. A esto podemos decir que esta situación se debe a que la mayoría de la gente no tiene un propósito concreto para su vida, es decir, vivimos el día a día, sin ningún proyecto de mediano o largo plazo, y aún ese día a día lo vivimos sin acciones definidas, es decir, no planeamos de manera integral cuáles son nuestros objetivos para ese día en particular, sino que simplemente nos dejamos arrastrar por la rutina en que cada quien está inmerso y lo hacemos sin realizar ninguna reflexión a profundidad acerca de ello, lo cual implica justamente que tengamos esa idea de que no estamos haciendo nada con nuestra vida. Sin embargo, aún en esa indefinición por parte nuestra acerca de lo que queremos realizar, se puede constatar que todo se hace con miras a algún fin, así sea de manera inconsciente. Por ejemplo, aunque no se piense detenidamente en ello, si alguien va a trabajar, es con el fin de obtener una remuneración; si alguien elige ver la televisión, es con el propósito de pasar un rato de distracción; si alguien simplemente se va a dormir, es con el fin de reposar. De lo anterior se deriva que, como hemos dicho, aún de manera inconsciente, todos nuestros actos los realizamos para algún fin concreto. Si extendemos esta premisa, entendiendo que aún nuestros actos menores tienden a algún fin, por lógica podríamos decir que, en el agregado de esa causalidad, debe existir un fin superior acerca del propósito de todos nuestros actos en general, y el conjunto de los actos que realizamos en general es precisamente nuestra vida. La vida son actos, unos tras otros, pero es un constante hacer, como hemos dicho, con miras a algo, ya sea de manera consciente o inconsciente. Sin perder esto de vista, queda claro que si dividimos nuestra vida en los actos que realizamos a lo largo de ella, sabiendo que todos ellos tienden hacia a algún fin específico, y si entendemos que nuestra vida es un conjunto de actos, y la pudiéramos ver entonces como un solo acto, resulta lógico pensar que esta tiene por consecuencia también un propósito, y que este debe ser algo trascendental, ya que todas las vidas serían entonces acciones, y en su conjunto deben tender hacia un fin superior. De esto se desprende que nuestra vida debe tener un objetivo superior, algo hacia lo que tienden todos nuestros actos, ya que sería ilógico suponer que si las partes pequeñas de un todo (nuestras acciones individuales) comparten ciertas características, el todo (nuestra vida en general) no contenga esas mismas características.

De lo anterior derivamos que debe existir un propósito concreto de la vida, algo hacia lo que, en términos ideales, deben tender todas las acciones del ser humano. En un posterior ensayo hablaré acerca de ese propósito concreto, que para mí se resume en hacer el bien.

 
Deja un comentario

Publicado por en marzo 18, 2016 en Ensayo

 

Etiquetas: